Pasó la primera semana del Juicio a los genocidas en Tucumán. En las primeras 2 jornadas, se leyó la elevación a juicio y los cargos que se le imputan a los 7 genocidas sentados en el banquillo. El miércoles se dio por iniciado el debate dando lugar a los imputados a que hagan declaraciones o se abstengan de hacerlo en instancias de su defensa. El reo Bussi usó esta instancia para leer un extenso escrito en donde volvió a cargar las tintas sobre la teoría de la guerra, sus declaraciones estuvieron plagadas de provocaciones, mentiras, difamaciones y ante todo la bajeza de injuriar la memoria de los compañeros detenidos desaparecidos. Atacó a los familiares de las víctimas, a los Organismos de Derechos Humanos, a los abogados querellantes, al fiscal, a los testigos, al público, un escrito que abundaba en mentiras y descalificaciones, pero que ante todo insulta a todo el el conjunto de la sociedad declarando que los desaparecidos no existen, que los familiares no tiene sus cuerpos porque no los buscaron entre muchas otras barbaridades.
El día jueves se dio por iniciada la etapa de testigos, se presentaron por parte de la querella ofrecidos por la Dra. Laura Figueroa, la Dra. Mirta Mántaras, el Coronel (R) Ballester y el sobreviviente Sr. Pérez. De esta forma y por 3 vias diferentes comenzó a tirarse por tierra la absurda defensa de los genocidas de que sus actos fueron parte de una guerra.
La excelente exposición de más de 2 horas de Mántaras, experta en derecho militar, refutó uno a uno los argumentos que los militares sostuvieron durante todos estos años, explicando cómo el golpe cívico-militar tuvo razones económicas y políticas, y que estuvo planificado desde 1975. Abundó en el plan sistemático de eliminación dirigido a una parte sustancial de la población, declarada oponente o posible oponente al régimen, y por lo tanto plausible de ser desaparecida.
"El proyecto estaba dirigido, en primer lugar, a convencer a la población de que no le dieran crédito a quienes les planteaban la reivindicación de derecho y todo lo que significara agitación social; y en segundo lugar, que tenían clara conciencia que el problema no era la guerrilla" planteó la Dra. Mántaras.
La teoría de los 2 demonios fue reducida al ridículo por el Coronel Ballester de 82 años. El presidente del CeMiDA (Centro de Militares en Defensa de la Democracia), apeló al inicio de su extensa y excelente exposición, a la Convención de Ginebra en la que establece que para que exista un conflicto bélico deben haber fuerzas equiparables, habló de cómo las ordenes deben cumplirse y ser impartidas dentro del marco legal que establece la Constitución, que no puede existir una obediencia ciega (en clara oposición a la obediencia debida) y de cómo ninguna de las acciones llevadas adelante por el terrorismo de Estado se circunscriben en ningún manual militar; el coronel (compañero en la Escuela Militar de Menédez y Cattáneo) dio por tierra el argumento falaz de la guerra.
Con una explicación sumamente sencilla y pedagógica relató al tribunal en qué consistía la Doctrina de Seguridad Nacional, la Escuela de las Américas y la Táctica de contrainsurgencia de los Franceses, llevadas adelante por los Genocidas. Haciendo un análisis de la coyuntura donde se produce el Golpe Militar, dijo "en una economía como la nuestra, dominada totalmente por multinacionales de origen norteamericano o de Europa occidental, en un mundo polarizado entre oriente y occidente, cualquiera que solicitase mejoras salariales era tildado de agente de la URSS, por lo tanto era comunista y si era comunista, o cualquiera que pensase distinto, debía desaparecer".
Para finalizar la última y extensa jornada dio su testimonio el Sr. Perez, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención y Exterminio "el Arsenal". En un testimonio sumamente sólido, aún cuando tuvo (a instancias del ÚNICO tribunal del país que lo permitió) que someterse a las provocadoras preguntas del genocida Bussi, Perez narró las inhumanas condiciones en que se encontraban en aquel CCD. Fue estudiante de Ciencias Económicas y pertenecía al Grupo de Base Independiente (GBI). Detenido en el 76 pasó cerca de un año en ese antro de horror, por lo que vio a muchas personas, mujeres embarazadas, menores de edad y ancianos. En un relato conmovedor precisó que "en el ex Arsenal se fusilaron entre 800 y 1000 personas, que luego eran incineradas dentro del predio".
Este martes continúan las audiencias con la presencia de 9 testigos a lo largo de la jornada.
Lo imposible sólo tarda un poco más...
NO OLVIDAMOS
NO PERDONAMOS
NO NOS RECONCILIAMOS
¡¡JUICIO Y CASTIGO!!
El día jueves se dio por iniciada la etapa de testigos, se presentaron por parte de la querella ofrecidos por la Dra. Laura Figueroa, la Dra. Mirta Mántaras, el Coronel (R) Ballester y el sobreviviente Sr. Pérez. De esta forma y por 3 vias diferentes comenzó a tirarse por tierra la absurda defensa de los genocidas de que sus actos fueron parte de una guerra.
La excelente exposición de más de 2 horas de Mántaras, experta en derecho militar, refutó uno a uno los argumentos que los militares sostuvieron durante todos estos años, explicando cómo el golpe cívico-militar tuvo razones económicas y políticas, y que estuvo planificado desde 1975. Abundó en el plan sistemático de eliminación dirigido a una parte sustancial de la población, declarada oponente o posible oponente al régimen, y por lo tanto plausible de ser desaparecida.
"El proyecto estaba dirigido, en primer lugar, a convencer a la población de que no le dieran crédito a quienes les planteaban la reivindicación de derecho y todo lo que significara agitación social; y en segundo lugar, que tenían clara conciencia que el problema no era la guerrilla" planteó la Dra. Mántaras.
La teoría de los 2 demonios fue reducida al ridículo por el Coronel Ballester de 82 años. El presidente del CeMiDA (Centro de Militares en Defensa de la Democracia), apeló al inicio de su extensa y excelente exposición, a la Convención de Ginebra en la que establece que para que exista un conflicto bélico deben haber fuerzas equiparables, habló de cómo las ordenes deben cumplirse y ser impartidas dentro del marco legal que establece la Constitución, que no puede existir una obediencia ciega (en clara oposición a la obediencia debida) y de cómo ninguna de las acciones llevadas adelante por el terrorismo de Estado se circunscriben en ningún manual militar; el coronel (compañero en la Escuela Militar de Menédez y Cattáneo) dio por tierra el argumento falaz de la guerra.
Con una explicación sumamente sencilla y pedagógica relató al tribunal en qué consistía la Doctrina de Seguridad Nacional, la Escuela de las Américas y la Táctica de contrainsurgencia de los Franceses, llevadas adelante por los Genocidas. Haciendo un análisis de la coyuntura donde se produce el Golpe Militar, dijo "en una economía como la nuestra, dominada totalmente por multinacionales de origen norteamericano o de Europa occidental, en un mundo polarizado entre oriente y occidente, cualquiera que solicitase mejoras salariales era tildado de agente de la URSS, por lo tanto era comunista y si era comunista, o cualquiera que pensase distinto, debía desaparecer".
Para finalizar la última y extensa jornada dio su testimonio el Sr. Perez, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención y Exterminio "el Arsenal". En un testimonio sumamente sólido, aún cuando tuvo (a instancias del ÚNICO tribunal del país que lo permitió) que someterse a las provocadoras preguntas del genocida Bussi, Perez narró las inhumanas condiciones en que se encontraban en aquel CCD. Fue estudiante de Ciencias Económicas y pertenecía al Grupo de Base Independiente (GBI). Detenido en el 76 pasó cerca de un año en ese antro de horror, por lo que vio a muchas personas, mujeres embarazadas, menores de edad y ancianos. En un relato conmovedor precisó que "en el ex Arsenal se fusilaron entre 800 y 1000 personas, que luego eran incineradas dentro del predio".
Este martes continúan las audiencias con la presencia de 9 testigos a lo largo de la jornada.
Lo imposible sólo tarda un poco más...
NO OLVIDAMOS
NO PERDONAMOS
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